Sarah Stearns, asesora académica del programa EducationUSA
Por Marc Amat
Estudiar un grado universitario en Estados Unidos, cursar un posgrado o un máster, apuntarse a cursos de inglés o realizar un doctorado. Cada vez son más los estudiantes catalanes que van a estudiar al país norteamericano como gran oportunidad para enriquecer su currículum académico y vivir una experiencia única. Hacerlo realidad es posible, pero es necesario preverlo con tiempo y entender bien todos los requisitos que se piden.
Con el fin de ponerlo más fácil, desde hace unos años, el alumnado de los centros educativos catalanes que aspiran a seguir ensanchando su carrera académica en Estados Unidos tienen a su alcance el programa EducationUSA. Se trata de un servicio impulsado por el Departamento de Estado de Estados Unidos que les ofrece asesoría academia gratuita: les brindan información detallada, actualizada y completa del sistema universitario estadounidense y les orientan de forma personalizada para que puedan tener la oportunidad de embarcarse.
Actualmente, EducationUSA cuenta con más de 425 centros de asesoramiento repartidos en más de 175 países de todo el mundo. En Barcelona, desde el pasado año, el servicio se presta a través del Institut de Estudis Nord-americans. Para conocer más de cerca el servicio y diversos aspectos que afectan a la movilidad de estudiantes entre Cataluña y Estados Unidos, este mes conversamos con Sarah Stearns, asesora académica del programa EducationUSA en Barcelona.
Estados Unidos cada vez recibe a más estudiantes catalanes. ¿Por qué?
Sí. De hecho, España es uno de los principales países de origen de los estudiantes internacionales que llegan a las universidades estadounidenses. Encuentran un sistema universitario de prestigio mundial, dotado con muchos recursos y equipos docentes de renombre. Ahora bien, entre los motivos principales que esgrimen a la hora de tomar la decisión de iniciar estudios allí también está mejorar el inglés, conocer gente de todas partes y vivir la famosa vida universitaria de los campus residenciales norte- americanos. Al mismo tiempo, el sistema universitario de Estados Unidos ofrece una gran flexibilidad a los estudiantes: los grados están abiertos y hasta segundo o tercero no es necesario escoger una carrera concreta.
¿Es sencillo poder irse a estudiar a Estados Unidos?
No es tan complicado como parece, pero hay que entender muy bien los pasos a seguir. A nivel de organización, el sistema universitario norteamericano es bastante diferente al catalán y esto hace que, a menudo, el alumnado de aquí tenga muchas dudas. Con el objetivo de solucionarles las inquietudes y acompañarles en todo el proceso, el Departamento de Estado impulsa centros de asesoramiento académico como el de Barcelona, desde donde orientamos de forma gratuita a quien quiere marcharse a cursar estudios superiores allí.
¿Qué perfil de estudiantes suele recibir al servicio?
Nos visitan estudiantes de bachillerato que ya tienen claro que querrán estudiar un grado universitario en Estados Unidos y necesitan que les acompañemos en el proceso, pero también a otras personas que aún no se han decidido y quieren conocer de primera mano qué les podría aportar vivir esa experiencia. También asesoramos a personas que quieren marcharse a cursar postgrados, másters o doctorados, por ejemplo.
¿Qué hay que tener en cuenta para estudiar un grado en Estados Unidos?
De entrada, siempre decimos que es muy importante empezar con tiempo, porque es un proceso que puede ser algo largo. Idealmente, los y las estudiantes vienen a visitarnos en el último trimestre de primero de bachillerato como tarde. De esta forma, podemos ayudar ya desde el principio. Esto nos permite conocer mejor sus intereses e iniciar el asesoramiento para encontrar universidad. Éste es el primer paso de un proceso que, para hacerlo sencillo, resumimos en cinco fases: detectar universidades que encajen con el perfil del alumno, planificar la financiación, preparar la solicitud para acceder, tramitar el visado de estudiante y darle información práctica que le ayudará a adaptarse a la vida cotidiana en Estados Unidos.
Vamos por partes. Empecemos por la búsqueda de universidades. ¿Qué estrategia aconseja seguir?
Muchas veces, las personas que nos visitan quieren cursar estudios en las universidades más conocidas, como Harvard, Princeton, Yale, MIT… Son una opción, pero hay que tener en cuenta que se trata de centros universitarios que suelen aceptar un número muy reducido de solicitudes: menos del 20% de las que reciben. Debemos recordar que, en Estados Unidos, existe una gran oferta de estudios superiores, con más de 4.000 universidades. Si el objetivo del alumno es ir a estudiar al país norteamericano, le recomendamos que diversifique la oferta incorporando en el listado de opciones preferidas dos o tres universidades más accesibles, pero que sigan ajustándose a sus intereses. También le pedimos que elija dos o tres de las universidades que aceptan más de un 75% de las candidaturas o donde su perfil supera el perfil más corriente del alumno admitido. Así se aseguran que tienen más opciones para acabar estudiando en Estados Unidos.
Una vez se han escogido las universidades, es necesario abordar el tema de la financiación.
Exacto. Para empezar, es importante recalcar que el precio de los grados que aparece en las páginas web de las universidades no tiene por qué coincidir con lo que habrá que pagar después, que puede ser inferior. En Estados Unidos, no existen becas externas que faciliten a los estudiantes internacionales ir a estudiar un grado. En el caso de másteres, posgrados y doctorados sí existen algunas ayudas impulsadas por fundaciones privadas y el programa Fulbright, patrocinado por el gobierno español y el estadounidense. A la hora de estudiar el grado, las becas provienen de las propias universidades. Cada centro tiene una partida presupuestaria destinada a becar a estudiantes de fuera. Para empezar a plantear la financiación, pedimos a las familias que calculen qué inversión pueden asumir y cuánto dinero otorga de media cada universidad, datos que normalmente son públicos. Algunas no dan becas, otras que dan pocas y otras que otorgan muchas. Cada universidad es un mundo. La cantidad de dinero que las universidades pueden dar puede variar según la renta familiar, pero también según el perfil del alumno y el interés que tenga el centro por conseguir tenerlo entre su alumnado. Si se realiza una buena investigación, estudiar en Estados Unidos es más asequible de lo que puede parecer en un primer momento.
Entonces llega el momento de realizar la solicitud oficial. ¿Qué documentación debemos tener a punto?
Ésta es la parte más larga del proceso. Es necesario superar los exámenes de acceso a la universidad, el SAT o el ACT, que son comunes para todos los centros universitarios que lo requieren. En España se hacen pocas convocatorias de examen anuales, por lo que es importante reservar la plaza con antelación. No es una prueba eliminatoria, pero una buena puntuación puede servir para sumar puntos en el perfil del alumno. También es necesario superar un examen de lengua inglesa, entregar el expediente académico del bachillerato, una carta de motivación, varias cartas de recomendacion del profesorado del centro donde se ha estudiado, un listado de actividades extraescolares y de intereses, y documentos para las ramas específicas, como un dossier en el caso de profesiones artísticas. Nosotros, acompañamos al alumno en todo el proceso y trabajamos para que tenga una candidatura fuerte. En las universidades norteamericanas no existe nota de corte: el perfil del alumno y el interés que tenga el centro por atraerlo pueden ser factores decisivos.
El proceso no termina cuando la universidad acepta al estudiante.
Correcto. Entonces es momento de tramitar el visado de estudiante. Para ello, es necesario presentar la documentación facilitada por la universidad a la Embajada de Estados Unidos en Madrid y desplazarse a ella para realizar una entrevista. Una vez el estudiante ya lo ha conseguido, iniciamos la quinta fase: informarle de aspectos que le serán útiles cuando aterrice en Estados Unidos: cómo abrir una cuenta bancaria, cómo desplazarse a la universidad en transporte público, cómo contratar un seguro médico… Cuando se instalan en la universidad seguimos en contacto por si necesitan cualquier cosa, pero ya hay unos servicios de acogida que les resuelven muchas dudas.
¿Qué crees que aporta haber estudiado en Estados Unidos?
Recibir una educación internacional tiene muchos beneficios. Mejorarás el idioma, vivirás una experiencia de vida única y te abrirá un montón de puertas profesionales, con la posibilidad de realizar prácticas, formar parte de grupos de investigación, poner en marcha proyectos… Cada año estamos enviando muchos alumnos a estudiar en Estados Unidos y les va bien. Estamos muy contentas.
