La integración racial en el jazz

De todos es conocido que la música de jazz, género creado por los negros estadounidenses, nació y se ha desarrollado en un ambiente hostil, fruto de los prejuicios raciales, que se han manifestado históricamente en la segregación, la discriminación y la privación de derechos para los afroamericanos, situación que ha ido mejorando con el paso de los años, pero que, de vez en cuando, revive en situaciones crueles y dolorosas.

En las tres primeras décadas de la historia del jazz, o sea, entre 1900 y 1930, las orquestas eran segregadas, es decir, formadas enteramente, bien por músicos negros, bien por músicos blancos, sin mezcla alguna. A lo sumo, en alguna sesión de grabación habían llegado a tocar juntos algunos músicos de ambas etnias. En el tema Knocking a Jug, grabado en 1929 bajo el nombre de Louis Armstrong, el conjunto es un sexteto formado por tres músicos negros y tres blancos. Esto, en público, era imposible verse.

A mediados de los años ’30, cuando Benny Goodman empezó a ser famoso al frente de su gran orquesta, formó un trío que actuaba alternándose con la big band, en el que estaba además de Goodman, su batería , Gene Krupa y el pianista negro Teddy Wilson. Este trío pasó a ser un cuarteto cuando se sumó el fabuloso vibrafonista Lionel Hampton, con lo que el grupo constaba de dos músicos blancos y dos negros. Pero, nunca Benny Goodman se atrevió a integrar en su gran orquesta músicos negros y músicos blancos. El primero en hacerlo fue el clarinetista blanco Mezz Mezzrow que formó una gran orquesta mixta, pero el intento quedó frustrado cuando el local de Broadway donde actuaba fue asaltado por un grupo pro-nazi y días después fue clausurado por orden judicial con el pretexto de ciertos impagos de la empresa.

Durante los años 40, los pequeños grupos que dirigía Benny Goodman (sexteto, septeto, etc.) fueron incorporando progresivamente solistas negros. En el caso de las grandes orquestas blancas, lo único que podían permitirse era incorporar a algún solista negro en sus filas. Tal es el caso de los grandes trompetistas Charlie Shavers y Hot Lips Page que actuaron respectivamente en las orquestas de Tommy Dorsey y Artie Shaw. En las orquestas negras el caso inverso no se daba. Un ejemplo significativo y esperpéntico de esto lo encontramos en la película Check and Double Check (1930) en la que aparece en una escena la orquesta de Duke Ellington, y podemos ver a uno de sus trombonistas, el puertorriqueño Juan Tizol , blanco de piel, con la cara embetunada.

Ya entrados en los años ’50 y ’60, a medida que la lucha por los derechos civiles de los negros iba dando sus frutos, la aparición de varios músicos blancos en las orquestas negras y viceversa, se ha ido generalizando, aunque las orquestas mantenían su propio carácter de orquestas blancas (Harry James, Woody Herman, Buddy Rich) u orquestas negras (Duke Ellington, Count Basie, Lionel Hampton). A partir de los años ’70 del siglo pasado, sin embargo, las orquestas se han convertido en formaciones totalmente mixtas. Hoy, la Lincoln Center Jazz Orchestra que dirige Wynton Marsalis, seguramente la más importante de las existentes, es una formación totalmente integrada en la que podemos ver a músicos de todas las etnias y colores.