«Me atrae la capacidad de storytelling del periodismo estadounidense»
Ismael Nafría es periodista especializado en medios digitales. Director de la revista National Geographic en España y vicepresidente de la Fundación Institut d’Estudis Nord-americans.
Tu interés por los medios digitales viene de lejos.
Si. Internet me fascinó desde los años 90 por las posibilidades comunicativas que ofrece. Formé parte del grupo de primeros periodistas que se dedicaron al periodismo digital. Y de hecho este interés es el que me llevó a vivir en Estados Unidos por temas profesionales en dos ocasiones.
El verano del año 2000, en un momento de boom de las .com, tuve la oportunidad de ir a Miami como redactor jefe de una web española que se llamaba Baquia.com. Esta web ofrecía información sobre el sector de Internet y estableció diferentes oficinas en América. La posición en Miami permitía estar cerca del boom tecnológico y a su vez del mercado hispano.
La experiencia duró un año porque, como muchas de las .com del momento, la empresa no fue demasiado bien.
Regresas a Barcelona, trabajas en diferentes grupos de comunicación -entre ellos Godó y Prisa-, mantienes el contacto con Estados Unidos tanto a nivel profesional como personal, y al cabo de 15 años vuelves a establecerte allí.
La observación de cómo la prensa se iba introduciendo en el mundo digital me fascinaba. Seguía muy de cerca como el The New York Times hacía este proceso. Y cuando tuve la posibilidad de ir como Visiting Scholar en el Knight Center for Journalism in the Americas de la Universidad de Texas en Austin como «periodista en residencia», no lo dudamos. Esta posición me permitía disfrutar de todos los servicios de la universidad y hacer el proyecto de investigación que hacía tanto tiempo que anhelaba: estudiar y analizar el proceso de digitalización del The New York Times.
La estancia terminó al cabo de un año con la publicación del libro La reinvención de The New York Times (2017)
¿A grandes rasgos, cómo fue este proceso?
Es interesante porque fueron variando el modelo hasta llegar a una fórmula de éxito. Una sinopsis del proceso sería que en enero del 96 aparece la web del The New York Times, que funciona independientemente del diario impreso. Esto implica dos redacciones, la de papel y la de la web, y ni siquiera están situadas en el mismo edificio. Funcionan como dos empresas.
Van experimentando diferentes fórmulas: primero fijan el objetivo de conseguir mucha audiencia y publicidad. Después, una primera experiencia de pago que no funciona demasiado bien.
Con el tiempo, la redacción web se traslada al mismo edificio que la prensa escrita, en la 8ª Avenida, y empiezan a integrar las dos redacciones. La apuesta por hacer un periodismo de gran calidad, y cobrarlo, en lugar de vivir de la publicidad, hace que el año 2011 lancen las suscripciones digitales y que sean un gran éxito.
Entender esta transformación, como afectó a los diferentes departamentos, era lo que yo llevaba años mirando y analizando desde fuera, pero lo quería entender mucho más a fondo y ver cómo el sector lo podía aplicar. Desde la publicación del libro he hecho muchas reuniones y conferencias con editores y periodistas para hablar sobre cómo se ha aplicado este modelo. Una conferencia que me han pedido muchísimo es sobre qué lecciones pueden aprender otros medios de la transformación del The New York Times.
Esta experiencia te aporta mucho.
La estancia en Austin es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, tanto para mí como para mi familia. De hecho, recomiendo siempre a mis amigos la experiencia de vivir una temporada en el extranjero. Se aprende mucho, te abre mucho la mente, te permite ver las cosas de casa desde otra perspectiva. Conoces gente de culturas diferentes. Es una fuente de crecimiento.
¿Qué te atrae de Estados Unidos?
Es una sociedad muy competitiva pero que ofrece muchas oportunidades de crecimiento y realización. No regala nada, pero apuesta mucho por la emprendeduría, por las iniciativas personales, por el individuo que se cree un tema, y lo que esa persona puede llegar a hacer.
Es un país con una diversidad mucho mayor de la que estamos acostumbrados aquí, y aunque esto genera conflictos -que es lo que más se hablar- la capacidad de integración es importante.
A veces comparándolo con Europa pienso que la sociedad norteamericana es una sociedad joven, una sociedad que no está tan …. resabiada. No arrastra miles de años de historia como arrastramos en Europa y esto hace que la mirada a muchas cosas sea más ingenua, más abierta a posibilidades. Me atrevería a decir, menos cínica.
También hay muchísimas contradicciones. Una de las cosas que me cuesta muchísimo entender es todo el tema de las armas. Entiendes de donde viene, pero es muy desconcertante.
Desde el punto de vista profesional me atrae el tipo de periodismo que se practica. Muy basado en hechos y análisis, con una capacidad de storytelling muy potente.
¿Tú que has estado vinculado al periodismo digital desde sus inicios y has investigado la transformación del The New York Times, crees que ha cambiado la manera de hacer periodismo? ¿Crees que la inmediatez ha afectado el resultado de la noticia?
La manera de hacer periodismo a raíz de Internet ha cambiado mucho. Ha cambiado la manera de acceder a la información, ha cambiado la manera de acceder a las fuentes, ha cambiado la forma en que la gente comunica la información. Ahora hay muchos actores que se saltan los medios, que comunican directamente con el público. Por ejemplo, hay jugadores de fútbol que publican en las redes lo que quieren decir, y ya casi nunca hacen entrevistas. Han cambiado muchas cosas. Ha cambiado la inmediatez, las posibilidades multimedia de contar historias. Internet es una plataforma que combina texto, fotografía, vídeo, gráficos, gráficos interactivos, mapas y otros elementos. Esta diversidad no la había podido ofrecer ningún otro medio. Es un todo en uno, y más. Y con la posibilidad de llegar a todo el mundo, no hay barreras.
Lo que ha abierto muchas posibilidades, a su vez ha bajado la barrera de lo que es un medio, y ha provocado esta diversidad enorme de comunicaciones de todo tipo. Es un poco contradictorio, pero nunca ha circulado tanta información como ahora, y a su vez, nunca ha habido un problema tan grande de desinformación. Es uno de los retos que tienen los medios ahora, ganarse la confianza de la gente. Creo que está empezando el camino de vuelta. Las suscripciones se están convirtiendo en el canal de sostenimiento del negocio y hay que ganarse la confianza del lector con un periodismo de calidad.
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