La Fundación Instituto de Estudios Norteamericanos ha iniciado este mes de marzo el programa USA & EU Barcelona meeting, el ciclo anual de jornadas a través del cual la fundación busca profundizar en diversos aspectos de las relaciones transatlánticas de actualidad. Lo ha hecho con una jornada titulada 2022: el año de la defensa europea, dedicada íntegramente a debatir sobre la defensa europea y el rumbo que debe tomar la Unión Europea y la OTAN ante un contexto marcado por múltiples elementos: desde la confrontación entre Rusia y Ucrania, el ascenso de China y el enorme reto en Afganistán hasta aspectos como el impacto del cambio climático o el número creciente de ciberataques. Durante la jornada, que ha tenido lugar en el Palau Macaya de Barcelona, ​​varias voces expertas han participado en dos mesas de debate, que han abordado el equilibrio de las prioridades europeas y de Estados Unidos en la OTAN y la autonomía estratégica de Europa.

El encargado de inaugurar la jornada ha sido Joan F. Corona, presidente de la Fundación Instituto de Estudios Norteamericanos, que ha agradecido la presencia de todos los asistentes y ha subrayado la relevancia que ha tomado este año el tema escogido, a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania. En la misma línea se ha expresado Katie Stana, cónsul general de Estados Unidos en Barcelona, ​​quien en su parlamento de bienvenida ha asegurado que la situación en Ucrania supone una amenaza para la seguridad europea, pero, al mismo tiempo, algo que demuestra la gran importancia de organismos como la OTAN en la defensa de la democracia y la preservación de los derechos humanos. En el último de los parlamentos iniciales, Olivier Ramadour, cónsul general de Francia en Barcelona, ​​se ha referido también a la crisis entre Rusia y Ucrania para asegurar que es necesario realizar esfuerzos para promover la seguridad en Europa. La jornada fue conducida y moderada por Carme Colomina, presidenta de la Asociación de Periodistas Europeos de Cataluña (APEC) e investigadora principal especializada en la UE, desinformación y política Global del CIDOB.

La primera mesa de debate, titulada El octavo concepto estratégico de la OTAN: equilibrar las prioridades europeas y de EEUU, ha contado con la intervención de Jeffrey Michaels, investigador senior del IEN en el IBEI, especializado en política exterior estadounidense y seguridad internacional; Tom Vandenkendelaere, presidente de la Delegación para las relaciones con la Asamblea Parlamentaria de la OTAN del Parlamento Europeo, y Lukas Milevski, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad de Leiden. Para introducir el tema, Jeffrey Michaels ha trazado un contexto histórico desde 2010 y hasta la actualidad, citando la implicación de la OTAN en Afganistán, la anexión de Crimea por parte de Rusia o los últimos eventos entre Ucrania y esta potencia, que ha definido como uno de los actores más importantes a tener en cuenta al diseñar los sistemas de defensa europea y de la OTAN. «Si Ucrania acaba siendo invadida por Rusia, la OTAN tendrá que redibujar su estrategia de defensa, porque las fronteras habrán cambiado -ha ejemplificado-. Lo mismo sucederá si Finlandia decide entrar a formar parte de la alianza, ya que la OTAN ganaría 300 nuevos kilómetros de frontera con Rusia», añadió.

Durante su exposición, Tom Vandenkendelaere ha definido a la OTAN como uno de los grandes pilares de seguridad internacional y ha asegurado que, cuanto más fuerte sea la defensa europea, más fuerte será la Alianza. Asimismo, recordó que la cooperación entre la Unión Europea y la OTAN es fundamental para definir una estrategia futura de defensa capaz de hacer frente a retos crecientes, como los ataques cibernéticos o la defensa de la democracia. «Concretamente, los dos organismos deberían cooperar en prioridades para garantizar la seguridad europea, cómo reforzar su capacidad militar, contrarrestar las interferencias que pueden desestabilizarla y trabajar de forma coordinada para garantizar el orden internacional», apuntó. En este último aspecto, ha señalado la necesidad estratégica de mejorar la colaboración entre ambos organismos. «A pesar de que ambos tienen sus sedes en Bruselas a menos de 2 kilómetros de distancia, la distancia política que les separa todavía es bastante grande», ha expuesto. 

Ya en su turno, Lukas Milevski abordó la cuestión de la defensa europea desde el punto de vista de los estados bálticos y recalcó que, si bien hay consenso entre los estados a la hora de definir a Rusia como una amenaza, habrá que debatir la relación que debe tenerse con China. Además, a raíz del estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, Milevski ha instado a la Unión Europea a apoyar a la OTAN. «Desde la perspectiva báltica, nos preocupa mucho saber qué efectos podrá causar esta crisis a largo plazo en los territorios de Europa Oriental, que tendrán que convivir con una amenaza como Rusia», aseguró.

La segunda mesa de debate, en cambio, se ha centrado en la autonomía estratégica que ha ejercido durante los últimos años la Unión Europea. Bajo el título Nivel de ambición estratégica de Europa: objetivos, capacidades y cooperación, han intervenido los ponentes Francisco Ruiz González, profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la UNED; Joanneke Balfoort, directora de Seguridad y Política de Defensa en el Servicio Europeo de Acción Exterior y Theresa Fallon, directora del Centro de Estudios de Rusia, Europa y Asia (CREAS), así como miembro senior no residente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago.

El encargado de empezar la mesa de debate ha sido Francisco Ruiz, quien ha hecho una radiografía minuciosa sobre el nivel de ambición militar y estratégica de la Unión Europea desde 1999 y hasta la fecha. Asimismo, recordó que, actualmente, la Unión Europea está trabajando en el desarrollo de la brújula estratégica (The Strategic Compass for the EU), que definirá cuatro aspectos primordiales en la seguridad del territorio: la gestión de crisis, la resiliencia, las capacidades y las asociaciones. Además, apuntó que, «en el seno de la Unión Europea, existen percepciones distintas de amenazas y culturas heterogéneas de defensa «. Así, si bien ha reconocido que a menudo se hace difícil conseguir encontrar un mínimo común denominador, es necesario trabajar para preservar y fortalecer el vínculo transatlántico.

En una línea similar, Joanneke Balfoort, ha hecho hincapié en la necesidad de incrementar la cooperación entre la OTAN y la Unión Europea para poder hacer frente a los nuevos retos que han aparecido recientemente, como los ataques cibernéticos o los conflictos híbridos. «Defender Europa no es sólo algo exclusivo de la Unión Europea -ha apuntado-. Tenemos que unir fuerzas con nuestros aliados, caminar unidos y evitar de todos modos una posible fragmentación», concretó. Para Balfoort, es necesario «replantear la gestión de la seguridad en Europa, especialmente después de estar viviendo riesgos y peligros que pensábamos que nunca deberíamos vivir», en referencia al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Por último, Theresa Fallon ha hecho hincapié en el incremento de las relaciones y el diálogo que ha habido entre la Unión Europea y la OTAN a raíz de la crisis en Ucrania. «El conflicto ha hecho cambiar muchas cosas -ha apuntado-. En menos de una semana, por ejemplo, hemos visto cómo países que siempre habían sido neutrales, como Suiza o Suecia, han empezado a exportar armas», ha explicado. En clave geopolítica, Fallon ha destacado el vínculo de buena sintonía que une a Rusia con China y ha centrado buena parte de su intervención en analizar el grado de dependencia que tienen países de la Unión Europea como Alemania con Rusia. En este sentido, ha apuntado que se debería andar hacia una diversificación energética que ayudara a disminuir su nivel de dependencia.

Las jornadas han concluido con la intervención de Javier Solana, presidente del Centro for Global Economy and Geopolitics de Esade y exalto representante del Consejo de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea y ex secretario General de la OTAN. En su parlamento, Solana ha reflexionado en torno a tres cuestiones: qué dirección debe tomar la OTAN, de qué manera debería reorganizarse y cómo debería reestructurarse la defensa de la Unión Europea. Asimismo, reivindicó la necesidad de estrechar los lazos de colaboración y coordinación entre ambos organismos.