Los Estados Units al límite? Retrato de una nación entre dos visiones
Crónica del acto ``Más allá de Harris - Trump: Anatomía de un país dividido``
El 17 de octubre, el Ateneo Barcelonés acogió un encuentro de análisis político organizado en colaboración con el Instituto de Estudios Norteamericanos. Cons las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en el horizonte, el acto, titutaldo “Más allá de Harris-Trump: Anatomía de un país dividido”, se centró en el clima político actual i en las repercusiones globales de una carrera electoral que, sin duda, afectarán al mundo en su globalidad.
Moderada por Raquel Sans, periodista y excorresponsal de TV3 en los Estados Unidos (2014-2017), la mesa redonda contó con dos destacados expertos: Xavier Peytibi, especialista en comunicación política y campañas electorales en Ideograma, y Jordi Graupera, doctor en filosofia por la New School for Social Research (Nueva York) y reconocido analista político.
En la sala abarrotada del Ateneo, con todas las butacas ocupadas, se siguió con atención cada intervención. A lo largo del acto se habló a fonde sobre la situación social en Estados Unidos, con un análisis detallado de los factores que alimentan la creciente (o, dependiendo de para quien, decreciente) polarización. Las reflexiones ofrecieron una visión profunda de los retos sociales y políticos a los que se enfrenta el país de cara a las elecciones del 2024.
En país enfrentado y la figura de Trump
La primera intervención fue de Xavier Peytibi, quien apuntó directamente al centro de la cuestión: “el Partido Republicano se ha convertido, en esencia, en el Partido de Trump». Peytibi destacó que la rabia es uno de los motores principales de la política estadounidense actual, con un 65% de la población que expresa sentimientos de enfado en relación con la situación política del país. Según Peytibi, Trump ha hecho de la polaritzación una herramienta estratégica, conviertiendo la política en un espacio donde “o estás con el o estás en contra”.
Jordi Graupera, con un tono más irónico y provocador, dio un giro interesante a la conversación, cuestionando la idea de una polaritzación extrema. Sugirió que, de hecho, tanto Harris como Trump han desplazado sus discursos hacia el centro. Harris, según Graupera, ha dejado detrás la política identitaria de los demócratas y ahora ofrece un mensaje centrado en cuestiones como el orden, la inmigración o la economía. Por su lado, Trump ha despolarizado el debate racial, atrayendo el apoyo de algunas minorías que, anteriorimente, daban apoyo a los demócratas. De este modo, según Graupera, la sociedad estadounidense no está tan dividida como podría parecer.
El voto rural y la evolución de Trump
Raquel Sans dirigió la discusión hacia el mapa electoral y la evolución del voto des de 2016, centrándose en el contraste entre el voto urbano y el voto rural. Graupera, con su estilo característico, desarrolló esta cuestión hablando de la diferencia entre la América industrial y el resto del país. Los estados industriales, según él, son absolutamente determinantes en la carrera electora, ya que son zonas donde la economía e sun factor crucial. «Si la gente siente que pierde el control de sus vidas, ya sea porque pierden el trabajo o ven que las fábricas se va a Ásia, esto crea un sentimiento de desesperación que Trump ha sabido capitalizar», concluyó.
Peytibi, por otro lado, explicó cómo la fuerza de Trump radica en su capacidad de conectar con las zonas industriales que se sientes marginadas por la globalización y la deslocalización. Estos votantes, que han visto como sus vidas se deterioravan económicamente, son claves para entender el auge de Trump.
El ascenso de Trump: más allá de la política tradicional
Una de las cuestiones que surgieron durante la discusión fue que la figura de Donald Trump como fenómeno político transcinde las normas tradicionales. Peytibi puso énfasis en cómo Trumpse ha convertido en un líder para miles de norteamericanos que, hasta hace poco, se sentían desconectados de la política. «Trump no es solo un político, es una marca», afirmó. Esta «marca Trump» ha sabido aprovechar un clima de desconfianza hacia las instituciones y un sentimiento de desencanto generalizado con las élites políticas y mediáticas.
Peytibi contiuó destacando que, pese a los escándalos personales y políticos que lo rodean, lo que mantiene a Trump en el centro de la escena es su capacidad de comunicarse directamente con el pueblo, sin filtros. “Sus seguidores no buscan un político perfecto; quieren alguien que los escuche y hable como ellos», añadió el analista. Este vínculo emocional con los votants ha convertido a Trump en una figura casi impermeable a las críticas de los medios y ha dificultado su deslegitimización, pese a los múltiples intentos de sus oponentes.
Graupera amplió esta reflexión, señalando que Trump ha sabido capitalizar una insatisfacción muy arraigada en sectores de la población que sienten que la globalización ha dejado atrás sus comunidades.»Trump no es una anomalia, es una consecuéncia», sentenció Graupera en referencia a la desconnexión entre les classes dirigentes y las preocupaciones reales de la clase trabajadora. Según Graupera, esta frustración se acentuó con la crisis económica del 2008, y desde entonces Trump ha podido mantenerse como el único político capaz de dar voz a esta indignación.
Kamala Harris: ¿una oportunidad o una amenaza?
Con una perspectiva más positiva hacia la actual vicepresidenta, Raquel Sans quiso examinar el papel de Kamala Harris como posible rival de Trump. Graupera apuntó que Harris puede tener dificultades para captar el voto de las clases trabajadoras, especialmente aquellos sectores desencantados que tradicionalmente votaban por los demócratas, pero que se desplazaron hacia Trump en 2016. «El reto para Harris será cómo acercarse a estos votantes sin perder el apoyo de las minorías y los jóvenes progresistas», advirtió. Si no logra este equilibrio, Harris podría encontrarse en una situación en la que ninguno de los dos bloques electorales se movilice lo suficiente para asegurar la victoria demócrata.
Aunque Harris ha sido una figura central en la política estadounidense, Peytibi señaló que su imagen ha ido evolucionando. Si bien comenzó su carrera política centrada en la justicia racial y social, ahora parece haber adoptado un discurso más moderado para apelar a un espectro electoral más amplio. «Harris quiere presentarse como la alternativa racional al estilo polarizador de Trump», dijo Peytibi.
El poder de les redes sociales
La comunicación política también fue un tema destacado durante el debate. Graupera señaló que el sistema político estadounidense sigue siendo fuerte, a pesar de los desafíos y tensiones que ha generado la figura de Trump. Aunque el debate sobre el peligro para la democracia se ha intensificado, Graupera se mostró optimista: «La democracia estadounidense es más sólida de lo que muchos quieren hacer creer. Estados Unidos es un país mucho más serio de lo que a menudo pensamos», afirmó.
En cambio, Peytibi subrayó el papel fundamental de las redes sociales en la campaña de Trump, quien ha utilizado estas plataformas para desintermediar la comunicación política, evitando los medios tradicionales. Esto, según el experto en comunicación, le ha permitido dirigirse directamente a sus seguidores y controlar el mensaje de manera mucho más efectiva.
El futuro de la política estadounidense
Respecto al futuro inmediato, tanto Peytibi como Graupera coincidieron en que las elecciones de 2024 serán extremadamente reñidas. Si bien Trump mantiene un fuerte apoyo emocional entre sus votantes, Harris tiene la oportunidad de movilizar a las minorías y ampliar la base electoral demócrata. La gran pregunta, según Peytibi, es si los demócratas serán capaces de atraer este voto minoritario crucial.
El debate concluyó con una reflexión sobre lo que realmente está en juego en estas elecciones. Peytibi expresó dudas sobre si la democracia estadounidense está en riesgo, mientras que Graupera insistió en que el verdadero peligro es un conflicto de valores: la lucha entre dos visiones radicalmente diferentes del mundo. «Para los republicanos, lo que está en juego es su forma de vida, sus valores, su cultura», afirmó Graupera. «Si Trump vuelve al poder, el cambio será profundo y se notará, especialmente en las relaciones con China, la Unión Europea y la OTAN».
Al final del acto, Raquel Sans abrió el debate al público, cerrando una jornada de análisis profundo y apasionante sobre el futuro político de Estados Unidos y su impacto a nivel global. En definitiva, un evento en el que la polarización, los cambios de discurso y la capacidad de movilización electoral se revelaron como los temas clave que marcarán las próximas elecciones.