Champian Fulton: «El jazz es una representación perfecta de la cultura estadounidense, de la gente que valora la libertad y persigue su felicidad»
Fotografía: inter-jazz.com
Champian Fulton es uno de los grandes nombres de la escena emergente actual en el mundo del jazz. Nacida en Oklahoma, esta pianista y vocalista estadounidense se ha forjado una trayectoria potente, que le ha llevado a tocar junto a músicos ilustres como el saxofonista Lou Donaldson o el bajista Buster Williams. Su voz y su talento al piano han cautivado al público de los clubes de jazz más legendarios de Nueva York y han llenado salas en todo el mundo. En 2019 fue nombrada pianista y vocalista del año por las prestigiosas revistas Hot House y JazzMobile.
Este mes de marzo, Fulton volverá a actuar en Barcelona. Será el miércoles 15 de marzo en el Auditorio de la Fundación CIC de Barcelona, dentro del ciclo Barcelona Springtime Swing ’23, organizado por la Fundació Institut d’Estudis Nord-americans, la Associació d’Enginyers Industrials de Catalunya, la Fundació Jazz Class, International Jazz Productions y la Fundación CIC. Lo hará con el Champian Fulton Trio, acompañada por Albert Martínez, al contrabajo, y Esteve Pí, a la batería. Para romper el hielo, hablamos con ella de trayectoria, pero también de la enseñanza del jazz, de los vínculos que tiene con la cultura americana y del papel que han jugado las mujeres a lo largo de la historia de este estilo musical.
Nació en una familia de músicos. ¿Recuerda cuándo surgió su fascinación por el jazz?
Mi padre es músico de jazz y siempre tenía muchos amigos músicos en casa, como Clark Terry y Joe Williams, y a mí me encantaba la música, pero también lo bien que se lo pasaban y desde muy pequeña supe que quería formar parte de ello.
Tuvo su primer concierto cuando sólo tenía 10 años. ¿Qué recuerda de aquel día?
Pues que esa primera actuación fue para la fiesta del 75 cumpleaños de Clark Terry, y ese fue mi primer concierto remunerado. pagado. Fue muy emocionante. Lo que más recuerdo es a Clark pagándome y explicándome cómo pagar a los músicos de acompañamiento. Fue la primera vez que me sentí como una verdadera músico de jazz. Clark Terry siempre ha sido un referente musical para mí. Mis favoritos son casi los mismos que cuando era niña. Me encantan Dinah Washington, Erroll Garner, Red Garland, Count Basie.
¿Cuándo se dio cuenta de que sus instrumentos serían el piano y la voz?
Siempre me gustó cantar, pero probé otros instrumentos como la batería, el bajo, la trompeta y el piano. Me encantaba el piano porque complementa muy bien a la voz, y además estás al mando en el escenario, que también me gusta.
Hablando de escenarios, ha tocado junto a grandes nombres, como Lou Donaldson, Buster Williams o Louis Hayes. ¿Cómo fue esa experiencia y qué aprendió de ella?
Poder compartir escenario con mis héroes es maravilloso, es la mejor sensación del mundo poder unirte a tales maestros y sentir una línea directa de linaje en la historia de la música.
Este mes de marzo visitará de nuevo Barcelona. ¿Qué es lo que más le gusta de poder tocar en la capital catalana?
Me gusta mucho Barcelona porque el sentimiento del público barcelonés es muy cálido, y me dan muchas ganas de tocar música. Creo que la comunidad jazzística de Barcelona es muy bonita, porque hay mucha gente joven realmente interesada en la música. Y muchos aficionados al jazz maravillosos. Así que siempre tengo ganas de reencontrarme con el público de Barcelona. He tocado en muchos países, pero nunca interpreto el mismo repertorio. En cada concierto que hago, cambio la setlist. Toco lo que me apetece ese día. En Barcelona, siempre siento un público es tan cálido y receptivo que tengo ganas de subirme al escenario.
A menudo se habla del jazz más como un idioma que como un estilo musical.
Sí, creo que se habla del jazz como un idioma porque es más una forma de vida que un estilo musical. No es algo que se pueda aprender en un libro o en la escuela. Hay que formar parte de un linaje histórico y una comunidad. Quiero que la gente se sienta feliz y sienta que forma parte de la comunidad del jazz, que estamos juntos.
¿Qué significa el jazz para Estados Unidos?
Creo que el jazz es una representación perfecta de la cultura estadounidense, de la gente que valora la libertad y la libertad de expresarse y perseguir su felicidad a pesar de los retos de la vida moderna. Más allá de Estados Unidos, creo que gente de todo el mundo puede identificarse y apreciar el deseo de expresarse a su manera, y de buscar la felicidad y la alegría a diario a pesar de los desafíos.
Hablemos del papel de las mujeres en el mundo del jazz. La mayoría de los nombres que han pasado a la historia son de cantantes, y no de instrumentistas o directoras. ¿Está cambiando eso?
Puede que sí. Sinceramente, no pienso demasiado en el género con respecto a mí o a otros músicos, tiendo a pensar sólo en nuestra música y en lo que tocamos, cómo lo tocamos. Me gustaría que me consideraran más pianista y vocalista que mujer en el jazz.
Más allá de los escenarios, usted también participa en programas educativos de jazz. ¿Sigue siendo un estilo musical poco regulado?
Creo que no está bien regulado en cuanto a formación porque hay demasiada gente que se dedica a enseñarlo y no sabe nada. Un buen profesor de jazz es raro. Como he dicho es algo más que lo que se puede aprender en un libro o en una clase, por lo que hay que ser un verdadero músico de jazz para transmitirlo a los alumnos.
En Barcelona, en términos de formación, el jazz y la música moderna todavía no han encontrado su lugar en nuestros conservatorios de música locales, por ejemplo. En su lugar, han florecido paralelamente otros programas como el Taller de Músics.
Sí, creo que hay programas de jazz maravillosos en Barcelona, pero la mayoría están fuera de los conservatorios. Creo que la música clásica sigue dominando los espacios de formación porque se ha codificado más a lo largo de los años, y por eso es más fácil de enseñar. Creo que es demasiado difícil codificar y regular el Jazz porque es muy individualizado, y debe aprenderse de forma tutorizada. Un músico de jazz debe enseñar a otro, y así sucesivamente y por eso el proceso de aprendizaje lleva mucho tiempo. Me gustaría ver una formación de jazz más seria, pero en nuestro entorno actual de gente que busca la satisfacción inmediata creo que es difícil de conseguir.
¿Qué diferencias ve entre los sistemas de formación de jazz en Barcelona y en Estados Unidos?
En realidad, creo que tenéis uno de los mejores programas de formación de jazz con el trabajo de Joan Chamorro, y creo que lo que hace con sus alumnos es genial. Creo que ambos países nos enfrentamos a las mismas dificultades culturales a la hora de enseñar esta música porque compartimos muchos valores culturales similares.
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